El profesor John Rutherford habla un perfecto español con acento gallego, fruto de su matrimonio con una lucense y de los veranos pasados, años tras año, en un pueblo de la comarca del Eo. Desde su puesto como profesor en la Universidad de Oxford lleva años enseñando literatura española. Aunque inicialmente sus trabajos de investigación se centraron en la novela de la Revolución Mejicana, hay que señalar que es autor de la traducción inglesa de La Regenta , obra sobre la que escribió uno de los más interesantes estudios que sobre la obra de Clarín se hayan publicado. Ahora disfruta, como cada año, de sus vacaciones en Ribadeo, donde ha dirigido el curso "Mar por medio", sobre relaciones literarias entre Galicia e Inglaterra. Mientras, se prepara para vivir un año sabático concedido por la Universidad de Oxford, que dedicará a lo que puede ser el más ambicioso de sus trabajos: la versión al inglés del Quijote, que le ha sido encargada por Penguin Books.El profesor Rutherford llega a nuestra cita con puntualidad británica, acompañado del hispanista Colin Smith, también profesor de Literatura, pero en su caso en la Universidad de Cambridge. Las amistosas (y brillantísimas) discusiones entre ambos ponen de relieve, una vez más, la rivalidad ancestral entre oxonianos y cantabrigenses. Los dos profesores se despiden entre risas y con un abrazo.
Gustave Doré, 1836.
- Bueno, cuando usted quiera podemos empezar.
- ¿Le molesta la grabadora?
- No, no, de ningún modo, adelante.
- Dígame, ¿qué fue lo que le atrajo de La Regenta como para enfrentarse a su traducción?
- Bueno, es una historia un poco larga... Cuando empecé a ejercer de profesor, en el año sesenta y cinco, tenía entre mis obligaciones la de preparar una serie de conferencias sobre distintos temas de Literatura Española. Y dediqué mucho tiempo a pensar cuáles serían para mis alumnos los temas más interesantes. Examiné los libros que tenían que leer y las conferencias que estaban previstas... y no encontré ningun texto sobre La Regenta, a pesar de que era un libro que formaba parte del programa del curso.
- Y se decidió a trabajar sobre ella...
- Sí, pero, lo más curioso es que yo no había leído La Regenta. Hasta entonces mis trabajos habían ido por otro lado, y... bueno, pensé que podría ser útil preparando conferencias sobre esa obra de Clarín, que nadie había estudiado La Regenta antes... La verdad es que yo estaba en un error, y sí existían algunos trabajos sobre esa novela, pero en aquel momento creí que no. El caso es que leí La Regenta, y fue una experiencia inolvidable. Inolvidable en el sentido en que me causó una impresión profundísima. Yo creo que me enamoré de esa novela desde el mismo momento en que la leí. Nunca una obra de la Literatura me causó un efecto parecido al leerla por vez primera. Tanto, que casi se convirtió en una obsesión, y empecé a trabajar sobre ella. Incluso escribí una pequeña guía de lectura para el lector inglés.
- Pero entonces La Regenta aún no estaba traducida.
- No, pero dio la casualidad de que en aquellos momentos la editorial Penguin estaba planteándose la necesidad de llevar al inglés una obra capital para la literatura como es La Regenta, que hasta entonces era prácticamente desconocida para el público británico porque no existía una edición en su idioma. Y como en aquella época yo estaba empezando a publicar artículos sobre la obra, se pusieron en contacto conmigo y me hablaron de la posibilidad de encargarme a mí la traducción de La Regenta. No tuve que pensarlo mucho: me parecía maravilloso tener la oportunidad de traducir una novela de esa categoría. Ahora creo que fue una decisión muy atrevida, casi temeraria...
- ¿Había traducido antes alguna otra novela?
- No, no, de ahí lo arriesgado de la tarea... bueno, afortunadamente las cosas salieron bien, pero ahora recuerdo la rapidez con la que acepté el encargo y, realmente, fue una osadía.
- ¿Cree usted que, de alguna manera, La Regenta ha quedado oscurecida por novelas como Madame Bovary, Le Rouge et le Noir, Anna Karenina...?
- Bueno, yo creo que es un gran error hacer comparaciones. Madame Bovary y La Regenta son novelas con cierto parecido, que en cualquier caso es muy superficial... En el fondo, las considero dos novelas con muy poco que ver entre sí. Yo pienso en Madame Bovary como en una novela muy poética, de estructura muy cerrada... todo se centra en el personaje de Emma. Además, está escrita de una manera muy controlada. Las imágenes forman una red muy tupida. Eso no existe en La Regenta, que es una novela mucho más abierta y no se centra sólo en el personaje de Ana Ozores; sin duda, se trata de una novela panorámica, que combina la fascinación de una novela psicológica con una novela social, porque el retrato de la sociedad vetustense es magnífico. En fin, que en todos los conceptos se trata de dos novelas tan, tan diferentes, que no es buena idea compararlas. Incluso creo que podría ser contraproducente, y lo digo por mi caso personal.
- Hábleme de eso.
- Fíjese que yo leí La Regenta y, como ya le dije, me impresionó muy hondamente. Madame Bovary la leí después... y me pareció, bueno, una cosa muy pobre. Evidentemente, estaba equivocado con respecto a la novela de Flaubert. Pero es que, claro, por la dichosa comparación yo estaba buscando en Madame Bovary los valores que había encontrado en La Regenta... y no los pude hallar, porque esos valores no estaban. Eso me cegó a la hora de apreciar los valores reales de Madame Bovary. También puede pasar al contrario, claro. Hay mucha gente que, conociendo Madame Bovary, lee La Regenta buscando otra Bovary... Y se decepcionan, claro. Por eso creo que es preferible huir de las comparaciones y pensar que se trata de novelas distintas... y brillantes, maravillosas.
- Existen estudios sobre el modelo de mujer flaubertiana, sobre la mujer stendhaliana, sobre la mujer de Tolstoi... pero no existe, sin embargo, un modelo de mujer según la recrea Clarín...
- No, es cierto, y es curioso... Resulta difícil entender que la moderna crítica feminista no haya mirado hacia el personaje de Ana Ozores. Quiero decir que sería lógico estudiar el caso de un escritor, un hombre, escribiendo sobre los problemas de un protagonista femenino. Mire, a mis alumnos en Oxford les encargo que escriban sobre la presentación de los personajes femeninos en La Regenta. Y, claro, tienen que pensar por sí mismos porque no hay gran cosa sobre el tema... Un tema, desde luego, fascinante.
- ¿Interesa a los estudiantes ingleses la novela española?
- Desgraciadamente, en Inglaterra la novela española fue siempre relegada a un segundo plano... En Gran Bretaña hay ciertas actitudes rarísimas, y una de ellas es la de considerar que, de las culturas no inglesas, la francesa tiene que ser la más rica. Superstición, prejuicio heredado desde hace mucho tiempo... no sé lo que es. Así que, si se le pregunta a un inglés medianamente culto que lea traducciones habitualmente, seguro que contesta que la cultura más rica, aparte de la inglesa, es la francesa. Quizá nombrará algunas obras de autores rusos... pero dejará atrás las letras españolas. Ahora, gracias a grandes campañas de promoción hechas por las editoriales, la literatura latinomericana está teniendo un gran auge en Inglaterra. Están muy de moda las novelas del famoso "boom". Así que, si se quiere hablar con ingleses sobre novelas escritas en español, la mayoría de ellos citarán a García Márquez, Vargas Llosa, algunos a Carlos Fuentes... Ahora está muy de moda Isabel Allende, se han traducido todas sus novelas y se venden muy bien... En cuanto a los clásicos, los ingleses conocen algo del teatro de Lorca, por supuesto a Cervantes... bueno, cuando apareció mi traducción de La Regenta fue muy bien acogida... pero en general, ya le digo, poca cosa.
- Está usted acometiendo la tarea de traducir el Quijote...
- Sí, ya he empezado, llevo ya algunos capítulos. Ahora la Universidad me ha concedido un año sabático, y pienso quedarme aquí, en mi casa de Ribadeo, dedicado a esa tarea, intentando traducir esa obra maestra... Es un gran privilegio, un honor, tener la oportunidad de llevar el Quijote al inglés.
- Del Quijote sí existe traduccion al inglés.
- Efectivamente, pero... se trata de un trabajo muy antiguo, que data de los años cincuenta y... realmente, no es demasiado bueno. Esa traducción hace con "El Quijote" algo imperdonable: lo vuelve un libro aburrido, le resta toda la chispa, toda la gracia, el fuego de la prosa de Cervantes... eso desaparece. Y lo que yo quiero es recuperar la viveza del libro, ese humor, esa magia... Es mi objetivo al abordar la traducción, y es lo que espero conseguir cuando acabe mi trabajo.
RIVERA DE LA CRUZ, Marta. "Entrevista a John Rutherford", en Espéculo, n.º 4, noviembre 1996 - febrero 1997. Universidad Complutense de Madrid.
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