La autoridad del texto



[...] La autoridad del texto se deriva del arte de escribir bien; pero también, al margen de lo anterior, del estatus del escritor del texto original. Si está reconocido como una autoridad en su campo y hace una manifestación ex cátedra u oficial, el texto es también autoritativo. Lo importante es que los textos expresivos, o sea, la literatura imaginativa seria, y los textos (o manifestaciones) autoritativos y personales se traduzcan con exactitud, emulando la escritura --buena o mala-- del original.



[...] Si el texto es personal y autoritativo, habrá que evaluar si el traductor plasmó el idiolecto del original, sea o no esteorotipado, natural o innovador.

NEWMARK, Peter. Manual de traducción. Madrid: Cátedra, 2004 (Pp. 33-34 y 254).