En el mundo anglosajón, Roberto Bolaño es el escritor latinoamericano del momento, pero no está solo. Junto al autor de Los detectives salvajes, los nombres de otros narradores hispanoamericanos se abren camino en el gusto de los lectores anglófonos.
Los argentinos César Aira y Juan Filloy y el cubano José Manuel Prieto son algunos ejemplos de novelistas cuyos libros no son éxitos de ventas pero son cada vez más apreciados por la crítica estadounidense. Esta semana, por ejemplo, los nombres de estos tres latinoamericanos fueron mencionados en la exigente lista de los 25 semifinalistas del Premio al Mejor Libro Traducido 2010 en la categoría de ficción.
De una generación anterior a la de aquellos, Fernando del Paso también fue incluido en esa selección. Su monumental novela Noticias del imperio, que circula en México desde 1986, fue publicada por primera vez en Estados Unidos apenas en abril de 2009, traducida por Alfonso González y Stella T. Clark, dos profesores eméritos de la Universidad de California.
News the Empire, de Del Paso, junto con Ghost (Los fantasmas) de Aira; Op Oloop, de Filloy; Rex, de Prieto, y The Skating Rink (La pista de hielo) de Bolaño, ahora se disputan en Estados Unidos el Premio al Mejor Libro Traducido 2010 junto con otros 20 títulos traducidos de 16 idiomas al inglés.
“Creemos que un gran libro traducido es una combinación de un gran texto original y de una estupenda traducción”, explican los organizadores, un grupo de entusiastas del Programa de Traducción de la Universidad de Rochester, sin presupuesto para premiar con dólares a los traductores y menos a los editores, editoriales o autores involucrados. Así que este premio, único en su tipo en Estados Unidos, es sólo honorífico pero cada vez más celebrado por el mundo cultural y editorial de ese país.
El sambenito del tres por ciento
Three Percent es el nombre del proyecto de la Universidad de Rochester que desde 2007 se propuso fomentar las buenas traducciones literarias en Estados Unidos. Tres por ciento, es la traducción literal pero la frase en realidad significa mucho más: alude a la fracción que representan las traducciones en el total de libros que se editan anualmente en los Estados Unidos.
Ese porcentaje, de por sí magro, no distingue entre las traducciones literarias del resto. “En términos de narrativa y poesía, el número de hecho frisa el 0.7 por ciento”, aclara en su página web el equipo de realizadores de Three Percent. A pesar de todo, en comparación con otros países, la cantidad es significativa si se considera que en Estados Unidos es donde más títulos se publican y se venden en el mundo.
La preocupación entonces es más cultural que económica. “Leer literatura de otros países es vital para mantener una vibrante cultura del libro y para aumentar el intercambio de ideas entre las culturas”, reflexionan los animadores de Three Percent, haciendo suyas dos certezas que en otros países son casi lugares comunes pero que en Estados Unidos no siempre son bien digeridas.
Snötäckt väg med gärdesgård, 1930
Gustaf Fjæstad (1868-1948)
El ejemplo reciente fue la agria polémica ocurrida en 2008 entre Horace Engdahl, secretario permanente de la Academia Sueca, la institución que otorga el Premio Nobel, y algunas personalidades del mundo cultural estadounidense. Engdahl no se mordió la lengua al decir que Estados Unidos es una nación “insular e ignorante para competir contra Europa como centro literario mundial”, y entre sus argumentos destacó precisamente el bajo porcentaje de traducciones al inglés de títulos literarios (él decía que era el cinco por ciento).
Esos comentarios fueron tomados por algunos como una afrenta y no tardaron en desatar el contraataque. Así, David Remnick, editor de la revista The New Yorker, una insignia de la alta cultura estadounidense, ridiculizó los juicios y prejuicios de una academia que nunca premió a Marcel Proust ni a James Joyce, entre otros genios.
Pasado el trance, algunos en EU han recogido el guante y se han propuesto hacer algo por el arte de la traducción de poesía y narrativa de calidad, incluso enarbolando el sambenito del tres por ciento, como hicieron los traductores de la Universidad de Rochester.
Se traduce español
Que el español sea un idioma cada vez más importante en Estados Unidos no es ninguna novedad, pero que las literaturas hispánicas sean traducidas al inglés con gran calidad no es un dato tan conocido. El concurso de Three Percent revela algo sobre esta realidad. En su edición anterior, entre las tres obras finalistas figuraron 2666 (traducida por Natasha Wimmer), del chileno Roberto Bolaño, y Senselessness (Insensatez, traducida por Katherine Silver), del salvadoreño Horacio Castellanos Moya. Sin embargo, al final ambas traducciones perdieron frente a Tranquility, la traducción al inglés de una novela del húngaro Attila Barti (inédito en español).
Ahora, en la lista semifinal para elegir el Mejor Libro Traducido el español es el idioma que sobresale con cinco títulos, algo notable si se considera que el jurado de nueve especialistas encargados de revisar los libros no sólo elige entre textos traducidos de las lenguas hegemónicas del mundo, como el francés, el alemán, el chino o, por supuesto, el español.
Libros del lituano Ricardos Gavelis, del estonio Eric Dickens o del noruego Jan Kjaertad dan la batalla por el premio, al igual que novelas de autores lejanos y desconocidos, como In the Unites States of Africa, de Abdourahman Waberi, de Djibouti (quien escribe en francés), o The Zafarani, del egipcio Gamal al-Ghitani, que publica en árabe.
Pero también hay títulos de autores renombrados, como la mencionada novela de Bolaño, a quien en el ámbito anglosajón ya se le cuece aparte, así como del austríaco Robert Walser (la novela conocida en Iberoamérica como Los hermanos Tanner apenas fue traducida al inglés) y de los Premios Nobel Orhan Pamuk, con El museo de la inocencia, y Le Clézio, con Desierto. Precisamente el libro de Pamuk ha sido el único caso en el que un texto seleccionado fue publicado por una gran editorial comercial como es Knopf; el resto, como hace notar el diario británico The Guardian, son libros preparados por editoriales pequeñas, independientes o universitarias, donde al parecer se cocina la mayor cantidad de traducciones de calidad en Estados Unidos. Three Percent advierte desde la convocatoria que los best sellers no son bien recibidos.
La traducción del libro de Fernando del Paso y del resto de los latinoamericanos no la tienen fácil para convertirse en la mejor, pero todo es posible. A partir de mañana, 11 de enero, el sitio web de Three Percent dedicará un día hábil a cada título de la lista; el 16 de febrero se darán a conocer los títulos finalistas entre las mejores traducciones de narrativa y poesía y, poco después, a los ganadores, según el veredicto de traductores independientes, directores de programas de traducción universitarios y editores convocados por la Universidad de Rochester. En pleno siglo XXI quizá el segundo imperio nos dé aún más noticias, ahora desde Estados Unidos.
AGUILAR, Julio. "La literatura traducida del español se abre paso en Estados Unidos", en El Universal, 10 de enero de 2010.
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