Insensato ser humano


Por viejos y anticuados que a simple vista parezcan algunos libros, siempre tienen algo nuevo que contar. Sólo hay que darles una oportunidad, soltar amarras, izar páginas y navegar a la deriva en su lectura. Y si el ejercicio se complica ante la distancia temporal, no abandone el navegante la esperanza de avistar tierra, porque precisamente ahí reside uno de los alicientes más poderosos de nuestra profesión: en el descubrimiento, ese arqueológico desafío que nos pone a prueba en un mar de tempestades. 

Uno de tales libros viejos y anticuados con los que levar anclas es, sin duda, An essay on translated verse (1684), el ensayo anglosajón sobre poesía traducida de Wentworth Dillon --IV conde de Roscommon-- que hoy podemos consultar en línea e incluso atesorar en nuestros dispositivos gracias a los prodigios de la tecnología. Se trata de un breve estudio en verso (según parece, el único hasta 1753) al que teóricos de la traducción apenas si dedican unas líneas en sus escritos, ya sea porque abunda en lugares comunes o porque su autor era un poeta de la corte poco avezado en el oficio que, por lo demás, se debía a John Dryden. 

En efecto, una lectura atenta nos desvela tales tópicos, pero también algunas perlas de buen oriente dignas de ser rescatadas y perfectamente válidas para la traducción actual tanto poética como prosística. Arranca el tratado con un par de líneas en alusión al Ars poetica de Horacio, que toma como referencia: «Dichoso el autor que con su correcto ensayo / tan bien repara nuestro antiguo estilo horaciano». Al final, el meollo del asunto viene a ocupar veinticuatro páginas en la primera edición publicada por J. Tonson, y sorprende cómo, en tan reducido espacio, Wentworth Dillon se las ingenia para dejar patente su gusto por los clásicos grecolatinos además de exponer aspectos varios que parecen centrales en su filosofía particular de la traducción.

Para Dillon, por ejemplo, el autor es nuestro igual y nuestro mejor consejero. De hecho, en una de sus primerísimas recomendaciones, nos insta a elegir a un autor como quien elige a un amigo y a optar luego por un tema suyo que valga la pena dar a conocer; aunque con tener un buen tema no baste: deberá también «deleitarnos». Nos anima a esmerarnos en explorar el verdadero significado de las cosas, a sudar, a esforzarnos, a tirar del pesado remo y no dejarnos guiar ciegamente por la multitud, que según él siempre se equivoca.

En su opinión, sólo demuestra que entiende un texto quien se expresa con claridad; el que insista en la literalidad creará niebla, más que disiparla, y acabará pecando de inexacto por querer ser demasiado preciso. Las digresiones carecen de justificación, e incluso hay ocasiones en que considera mucho más seguro omitir que añadir. En cuanto a las ideas abstrusas, sugiere vestirlas con extremado tino pero aparente facilidad, porque la verdad tiende a brillar con más fuerza cuanto más sencillo luce su atuendo; tanto es así que el verdadero sentido, expresado de modo inteligible, acaba volviendo al traductor discreto a la vez que osado. Apremia el ensayista a este respecto: «Haced uso apropiado de cada extremo, / y escribid con pasión, mas corregid con aplomo», y poco después no vacila en recordarnos que el sonido se erige en comentario del sentido, una clara alusión al ritmo de la escritura, a la importancia de leer en voz alta.

Pasado ya el ecuador de la obra, Dillon sorprende al lector con parábolas de matasanos y abogados, que le sirven para ejemplificar alegóricamente casos de traductores movidos por la avaricia del dinero o por el afán de prostituir su pluma. Luego, un venablo: «¡Qué insensato animal, el ser humano!».

Y tan ancho...


Bibliografía

Dillon, Wentworth. An essay on translated verse, Londres: J. Tonson, 1684. [Versión electrónica: 4.ª ed. ampliada y bilingüe (inglés/latín), en Poems by the Earl of Roscommon, Londres: J. Tonson, 1717, pp. 2-53].
Pegenaute Rodríguez, Luis. «Alexander Fraser Tytler y su ensayo sobre los principios de la traducción: la corriente normativo-prescriptiva en la traductología», en Hieronymus, núm. 3, 1996, pp. 23-33 [versión electrónica].
Taillefer, Lidia. «Teoría anglosajona de la traducción: desde el Renacimiento hasta la época victoriana», en Analecta Malactiana, XIX, 1, 1996, pp. 161-172 [versión electrónica].