¿Qué fue antes: el huevo o la gallina?

La terminología "original-versión", al afirmar la primacía lógica y temporal de un escrito sobre otro, agrega un dato más que atraviesa a ambos y define jerárquicamente su relación, el principio de causalidad: la "versión" sería el efecto del acto de traducir y el "original", respecto de la versión, sería su causa. Si alguien lee el Quijote en castellano, no habría en sentido estricto traducción; en cambio, si alguien lee Don Quixote, en inglés, sí. La traducción, según esta tesis, se configura con la "versión". Pero entonces, aplicando el razonamiento nietzscheano, es la "versión" la que origina la traducción. Y la "versión" debería ser considerada el "original", porque es la causa de la traducción, lo que aparece en su origen, lo que la constituye. Por otro lado, habría que pensar que el llamado escrito "original" no sólo no está en el origen respecto de la traducción, sino que se constituye en "original" debido a la llamada "versión", como un efecto suyo. La relación "original-versión" como relación de causa-efecto queda así invertida: la "versión" es la causa y el "original" el efecto. O si se prefiere, la "versión" es la causa y el "original" una versión falsa del original, vertida como tal por los discursos que se adhieren a la mencionada tesis.

Este razonamiento invierte la relación existente entre original y versión, intercambia sus lugares. Sin embargo, afirmar su verdad o pertinencia para pensar el tema es mantener intacto el mismo discurso que se pretendía recusar, aunque ahora invertido. Si de algo sirve el razonamiento es para mostrar que este vínculo que en los discursos teóricos es la clave, la condición necesaria de la traducción, funciona como un prejuicio. Que el origen puede ser ubicado, según convenga, en cualquier lugar: es factible decir que está en el original (como en el discurso predominante) o que está en la versión (usando la estratagema nietzscheana), o que todos los escritos -incluso las traducciones- son originales en tanto que todo es origen; o, desde una perspectiva no muy diferente, que ninguno es original porque el origen no es más que un mito. En resumen: las relaciones de causalidad y de originalidad no sirven para explicar la realidad de la traducción, sino más bien para integrarla dentro de cierta concepción del mundo.

PEREDNIK, Jorge Santiago. "Nabokov y una pequeña teoría sobre la traducción literaria" [versión íntegra].

1 comentari:

Irina ha dit...

Muy interesante, la semiótica como siempre haciendo de las suyas.

Saludos