Abstract SpidersWeb. (cc) Danny Hennesy, 2008. |
Alejándonos de la tradicional ilusión de transparencia que postula que el texto es siempre y unívocamente traducible, y optando en cambio por la visión postestructuralista, que considera la traducción como tierra de conflicto, producto de una continua negociación entre las diversas partes que integran el proceso --resultado de una apuesta, en palabras de Umberto Eco (1995)--, nos proponemos estudiar el lenguaje jergal y dialectal incluido en ciertos textos literarios y las diversas posibilidades de traducción que éstos nos ofrecen. Se ha hablado largamente del problema, pero conviene hacer dos distinciones previas: primero, hay que tener en cuenta cuál es el género de la obra en cuestión, ya que si se tratase de teatro la inflexión de voz de los actores ayudaría sin duda a caracterizar el texto según su variedad lingüística. Sin embargo, ¿qué ocurre en el caso de la narrativa? ¿Y si se trata de teatro para ser leído, y no para ser visto?[...] Las posibles soluciones por las que se puede optar en estos casos son tres: buscar un dialecto o jerga correspondiente en la lengua terminal o LT, introducir marcadores (léxicos, fonéticos, sintácticos) que puedan ser reconocidos fácilmente por el lector, o renunciar directamente a caracterizar el texto de forma dialectal (Mayoral Asensio, 1990). El primer método es el más arriesgado de los tres, porque ¿qué criterios deberíamos usar para la elección de un lenguaje en LT?, ¿quizá la cercanía geográfica?, ¿la similitud histórico-social? En cualquier caso, sería inevitable tener que realizar modificaciones ambientales, geográficas o culturales (Winkow Hauser, 1995) que podrían distorsionar enormemente el texto original, llegando a producir efectos de comicidad poco recomendables y violando, además, una de las principales máximas de la traducción: la que exige que el resultado obtenido sea natural. Convenimos con Newmark (1995: 263), cuando aconseja a los futuros traductores que "no hay ninguna necesidad de sustituir el dialecto de un minero de Zola por el de un minero asturiano, por poner un ejemplo; aparte de que esto sólo sería adecuado si ustedes dominan dicho dialecto". La segunda solución es mucho más factible: se trataría sólo de marcar levemente ciertas partes del texto para que el lector intuya que el personaje en concreto ha sido caracterizado por su habla con una determinada función (cómica, social, etc.) con respecto a la lengua convencional. Esto es más fácil cuando sólo la de algunos personajes está marcada dialectalmente: ciertos rasgos nos servirían para indicar la diferente extracción social o su comicidad. Pero ¿qué hacer cuando se trata de todos los personajes de la obra --o casi todos, como en Luces de Bohemia? Una traducción así podría producir un efecto de continua extrañeza en el lector, que se vería asaltado continuamente por palabras entrecomilladas o fuera de contexto; con ello estaríamos violando de nuevo la exigencia de naturalidad antes nombrada. El tercer método, es decir, ignorar que se trate de una jerga o dialecto y traducir por medio de una versión estandarizada de la lengua, cayendo en la típica traducción de servicio, supone la irremediable pérdida del tono textual y de buena parte del significado, pero es el método más fácil y por desgracia, uno de los más usados (Llácer, 1977).Los textos aquí estudiados, en cambio, eligen una cuarta vía que suele ser también muy habitual: la de emplear otras variedades idiomáticas de la LT, y entre ellas la del lenguaje coloquial, la cual suele existir en todas las lenguas, es asequible al lector y hará alcanzar sin duda un resultado natural. En palabras de Mayoral (1990: 68), "es el método más inofensivo desde el punto de vista de la coherencia textual".
Referencias:ECO, Umberto (1995). "Riflessioni teorico-pratiche sulla traduzione", Teorie contemporanee dela traduzione, a cura di Siri Nergaard, Milano, Bompiani, 121-146.LLÁCER, Eusebio V. (1977). "Introducción a los estudios sobre traducción. Historia, teoría y análisis descripivos". Cuadernos de Filología, Anexo XX, Universidad de Valencia, 75-78.MAYORAL ASENSIO, Roberto (1990). "Comentario a la traducción de algunas variedades de lengua", II Encuentros Complutenses en torno a la traducción, ed. M. Raders / J. Conesa, Madrid, Ed. Complutense, 67-69.NEWMARK, Peter (1995). Manual de traducción, tr. Virgilio Moya, Madrid, Cátedra (Original: A textbook of Translation, Prentice Hall International, 1987).WINKOW HAUSER, J. L. (1995). "La traducción de textos dialectales: Nestroy y su (im)posible traducción al español", V Encuentros Complutenses en torno a la traducción, ed. Martín Gaiteiro, Madrid, Ed. Complutense, 465-470.
PÉREZ VICENTE, Nuria. "Traducción y conflicto: americanismos y casticismos en Valle-Inclán" [artículo íntegro anotado]. AISPI, Actas XXII, 2004. Fuente: Centro Virtual Cervantes (@cvc_cervantes).
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